La industria del trabajo está cambiando
abismalmente, ha llegado el momento en el que los millennials ingresamos al campo laboral y comenzamos a ocupar
cargos importantes… Pero, ¿cambia esto las reglas en cuanto a la forma de
realizar las tareas? ¿Cómo se refleja en el dress
code diario? ¿Cómo asumimos nuestra postura? ¿Planteamos nuevas reglas o
nos ceñimos a las preestablecidas?
Son muchas las preguntas que recreo diariamente en mi mente e intento responder, aunque la corta experiencia que poseo ejerciendo mi carrera intente nublar, en oportunidades, la objetividad de la situación.
La generación
malcriada que quiere cambiar al mundo, así
nos definen en un artículo de ABC, y
en cierto modo, siempre estamos en busca de más independencia al momento de
decidirnos por un empleo. Ya no solo tomamos en cuenta la remuneración sino
cómo podemos escalar rápidamente, qué podemos aprender y las oportunidades que representa
para nuestro hacer profesional.
Por otra parte, desde mi perspectiva, llevamos la
comodidad como bandera. Si pudiéramos estar todo el tiempo usando jeans y sneakers ¡lo haríamos!, y no es porque los stilettos no nos gusten, es precisamente por la necesidad latente
de defender la comodidad y nuestro estilo personal. Hemos descubierto cómo
transpolar el dress code: de franela
con blazer a ripped jeans con sandal wedges… Sí, ¡así somos!
Entonces, si estás comenzando en el working world, quiero decirte que no
estás sola, he hecho esta pequeña lista de tips
para ti:
Free lance: si empiezas la etapa laboral con un trabajo así ¡felicidades!,
son pocas las cosas que no puedes hacer.
Solo trata de concentrarte en administrar bien tu tiempo, así obtendrás mejores
resultados.
Aprende a identificar las oportunidades: cada
persona es diferente y de cada una podemos aprender, nunca subestimes a nadie.
Siempre mantente alerta a lo que debes aprender de cada situación, estamos en modo esponja, es momento de
absorber todo lo que podamos.
Mantén una actitud proactiva: ya sea que tengas que
atender el teléfono, o reunirte con la persona que más admiras de la ciudad la actitud siempre marcará la diferencia.
Lo que se hace con amor con el mismo amor se retribuirá… ¿Suena cursi, verdad?
Tómatelo con calma: habrá días en los que no sabes
si vas por el camino correcto. Pero, puedes aclarar esa duda preguntándote: ¿lo que estoy haciendo hoy me acerca a
donde quiero estar mañana? Si la respuesta es positiva sigue adelante, si no,
replantéate objetivos.
Marca tu propio estilo: si usas uniforme, siempre
habrá la manera de adaptarlo a nuestra personalidad con los accesorios. Si
puedes vestir como quieras, organízate los fines de semana, crea algunos outfits ‘base’ para que en las mañanas
no te salgas de control.
No te aflijas por el código de vestimenta: hay
tiempo para todo. Trabaja con la ropa que ya tienes, usa tu imaginación. Si aún no te ajustas a esto del trabajo
comienza usando camisas, poco a poco irás entrando en confianza sobre cómo
hacer combinaciones más arriesgadas que estén dentro de las normas y de tu personal style.
¡ADÁPTATE!: nadie se tiene que amoldar a ti, tú
estás llegando, por lo tanto debes alinearte con los valores de la institución.
¿Parece fácil?, en la práctica no lo es tanto.
Son tiempos duros, muy competitivos, en los que
debemos demostrar de qué estamos hechos. Ha llegado nuestro momento de
trabajar, de crecer y de evolucionar… ¡Bienvenida al mundo adulto, working girl millenial!
¡Besos!