Collares con facilidad para vestir

Hablar de algo “hecho en Venezuela” es fuente de inspiración para todos los que creemos en el talento nacional.




En cada cabeza hay miles de ideas que no nos atrevemos a desarrollar por miedo, vergüenza o tal vez falta de inspiración; pero ese no fue el caso de Romina Musci, ingeniero y directora creativa de la marca de collares y ahora indumentaria que lleva su mismo nombre.

Romina no realiza un collar sino que vende, como premisa básica, la elegancia como facilidad para vestir
“Yo comencé a diseñar collares para mí porque me gusta vestirme muy sencilla, con piezas básicas como una camisa negra, blanca y blue jeans. Entonces el accesorio era el que le daba el toque final a mi vestimenta”, comenta.
A medida que pasaba el tiempo se dio cuenta de que las mujeres no solo querían el complemento, ahora iban por más. Es por esto por lo que decidió emprender también con una línea de blusas blancas y negras “muy a su estilo”, comenzando así la diversificación de la marca que desde el 2013 se ha mantenido de manera continua.

Pese a todos los problemas que una marca puede conllevar, Musci se reinventa continuamente con los materiales conforme a lo que consigue. 
“Todos los materiales que uso son venezolanos. Muchos son de reciclaje, por ejemplo: cartón, material para embalar, goma, retazos de cuero y tela.
Después de tres colecciones y con una inminente motivación que se refleja en su cara, me habla de sus planes de expansión como marca y de lo emocionada que está al contribuir con la economía del país generando empleos.
“Yo nunca imaginé que iba a tener un taller con empleados, facturas y todo lo que eso implica. La receptividad ha sido increíble.”
Por otra parte, Romina hace hincapié en la importancia de mantenernos motivados:
“A veces las personas se desaniman, pero a mí me enseñaron en la universidad que cuando hay problemas hay muchas oportunidades. Ahorita no vienen cosas de afuera por la cuestión del dólar. Yo trabajo con materiales reciclables y por eso puedo tener los precios que tengo, son accesibles, eso les gusta a las tiendas ya no pueden traer muchas cosas importadas, entonces ya yo no tengo tanta competencia.
Aún hay muchas personas que siguen apostando al país. Todavía vemos esas ganas incontrolables de brindar un producto con calidad de exportación, y a eso debemos apuntar siempre.
“Si ahorita estamos montados en el tren hay que seguir, así cuando las cosas estén mejor ya estamos ahí”
Por supuesto, la conversación estaba incompleta sin las preguntas ping pong que tanto me gusta hacer:

Un lugar
Caracas

Un color
Verde

Una prenda
Collares

Un diseñador
Carolina Herrera

Sueño fashionista
Una pasarela

Algo que te haga feliz
La playa

Un jamás
Muchas piezas

Una frase final  
¡Gracias!


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